La evaluación de la percepción del riesgo y el edificio Space en Medellín


Por: Carlos Andrés Naranjo-Sierra
Recientemente la ciudad de Medellín presenció el lamentable acontecimiento del desplome de la torre 6 del edificio Space, ubicado en el sector de El Poblado. Esto exacerbó, como era de esperarse, el temor por las construcciones de altura en este sector de la ciudad y llevó a que desde otras ciudades se hicieran denuncias sobre riesgos similares en sus edificaciones. Las aseguradoras y los políticos no tardaron en encontrar en este hecho un punto neurálgico para sus propios intereses.

En su libro Pensar rápido, pensar despacio, el psicólogo y premio Nobel de economía Daniel Kahneman analiza la diferencia entre la disponibilidad, que es la facilidad con la que la información accede a la conciencia, y la probabilidad para determinar cómo los seres humanos juzgamos los riesgos y tomamos medidas al respecto en temas como la evaluación del peligro, la contratación de seguros y la destinación de presupuestos públicos para temas de salud y prevención en general.

Las víctimas, los familiares y todos aquellos que tengan contacto directa o indirectamente, sienten gran preocupación justo después del acontecimiento, mostrándose más dispuestos a contratar seguros y destinar fondos para evitar acontecimientos similares. En nuestro caso también para endurecer las leyes y castigar ejemplarmente a los responsables, en caso de que los haya. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, los recuerdos van desvaneciéndose y con ellos el interés y la diligencia por el tema, a pesar de que el riesgo continúe siendo el mismo.

A esto llama Kahneman sesgo de disponibilidad, y en el caso de la tragedia del edificio Space nos lleva a considerar más probable la muerte o los accidentes por este tipo de acontecimientos que por otros que reciben menos atención del público y cubrimiento de los medios de comunicación, como los derrames cerebrales, el asma, los infartos o la diabetes, a los que suelen dedicársele muchos menos recursos en términos de aseguramiento y prevención. Ante estos casos, durante un par de meses  nos mostramos más dispuestos a comprar una póliza para evitar perder la casa o el apartamento que para un tratamiento médico.

No pretendo decir con esto que no deba prestársele atención al tema del edificio Space, y recientemente al de las torres Continental, que también debieron ser evacuadas. Por el contrario, es un llamado para que evaluemos los riesgos en todas sus dimensiones, sin dejar de lado aspectos fundamentales que pueden impactar con mayor probabilidad nuestra integridad y nuestra vida. La idea es simple: tomar conciencia de que las estimaciones que hacemos están distorsionadas por la notoriedad que adquiere el acontecimiento, y por lo reciente.

Pero no son los medios los responsables de estos sesgos, sino que forman parte de nuestra cognición. Dice Kahneman en su libro: «Los medios no solo moldean, sino que son moldeados por lo que le interesa al público. Sus editores no pueden ignorar las demandas del público, que quiere que determinados asuntos y puntos de vista reciban una amplia cobertura». Nuestras ideas y expectativas de riesgo y frecuencia se miran a través del lente de la prevalencia y la intensidad emocional de los mensajes que nos ofrecen y que también demandamos.

De este modo terminamos, construimos un mundo mental en el que la difícil pregunta, ¿qué pienso sobre esto? es reemplazada por una más sencilla consistente en ¿qué siento sobre esto?, configurando así lo que Paul Slovic, amigo de Kahneman, llama la heurística del afecto en el análisis de la percepción pública de riesgos. Así, una idea que exige reflexión es reemplazada por otra que solo requiere emoción. Algo que cualquier político que haya estado en campaña conoce al dedillo, y que evidentemente pone en práctica en situaciones como la del edificio Space.

Es por eso que ahora que el Gobierno Nacional y el Local salen a los medios de comunicación a decir que van a endurecer los requisitos para las construcciones, que van a vigilar de cerca a las empresas y que van a cobrarle todo a la tristemente célebre Lérida CDO y a su ingeniero calculista, constructores del edifico Space y de las torres Continental, cuando el medio académico lleva décadas advirtiendo sobre la necesidad de replantear el tema normativo y del POT en casi todas las ciudades del país. En términos políticos es más rentable enfocarse en temas que generen escándalo que en temas que requieran análisis.

Pero de seguir esperando a que suceda una tragedia para que evaluemos los riesgos de manera lógica y tomemos medidas al respecto, nuestra sociedad seguirá pagando con muchas vidas estas dilaciones. En el caso de Space, la oportuna acción del DAGRED, organismo encargado de evaluar los riesgos en la ciudad, evitó que la tragedia humana fuera mayor al desalojar a los habitantes de la torre, justo el día antes de que su estructura colapsara; sin embargo en términos de enfermedad, delincuencia y desastres naturales, entre muchos otros, no tenemos, por desgracia, como evacuar el día previo.

Sobre la racionalidad o irracionalidad de los mercados financieros


Por: Carlos Andrés Naranjo-Sierra
Eugene Fama y Robert Shiller, recientes premios Nobel de Economía, tienen interpretaciones opuestas de la naturaleza del mercado y esta no es una discusión nueva. Desde hace tiempo se evalúa si el comportamiento de los mercados financieros obedece a variables racionales o irracionales. Dan Ariely, psicólogo e investigador del comportamiento económico considera que la forma en que actuamos no obedece a patrones racionales sino heurísticos, tal como los llamaría el también psicólogo y premio Nobel de Economía Daniel Kahneman.

En un reciente artículo de la Revista Dinero se relata en detalle la historia de Louis Bachelier, quien además de producir uno de los famosos resultados de Albert Einstein, antes que el mismo Einstein, sobre el movimiento browniano, no fue tomado en cuenta por el mundo de la ciencia de su época. Finalmente, en 1900 publicó una obra que, mucho después de su muerte, llegó a ser reconocida como pionera en el campo económico. En esta proponía que el precio de los bonos del gobierno seguía el curso del azar ya que cada nuevo movimiento en el precio era impredecible.

Lo que Bachelier propuso es que si era obvio que una acción o un bono valdría más la semana que viene, entonces el precio ya debía haber aumentado anticipando eso. Los cambios predecibles ya habrían tenido lugar, porque el mercado es eficiente, así que lo único que quedaría serían las sorpresas imprevisibles, es decir las irracionales. Sin embargo en la década de los 60s Eugene Fama, estudiante del departamento de Economía de la Universidad de Chicago, decidió proponer un modelo para la teoría de Bachelier.

Fama trabajó en el modelo y terminó demostrando que los mercados bursátiles son realmente eficientes. De modo que si eres un inversor, una consecuencia importante de un mercado eficiente es que no tiene sentido intentar enriquecerse en pocos minutos. El mercado siempre estará un paso más adelante. Es mejor invertir en un amplio espectro que creer en un esquema que le apueste a la diversidad del portafolio y no en una sola canasta.

Aunque de hecho Fama encontró algunas formas de ganarle al mercado en el pasado, concluyó que para propósitos prácticos de inversión, es mejor que los inversores se comportasen como si los mercados fueran eficientes ya que si son ineficientes es muy difícil saber cómo, cuándo y dónde, y la evidencia sugiere que los supuestos expertos no son muy buenos para adivinarlo.

Una década más tarde, Robert Shiller desafío la hipótesis de los mercados eficientes llega por medio de la estadística que demostraba que la volatilidad del mercado es demasiado alta como para que la teoría de los mercados eficientes fuera verdad. Su idea era que los mercados tienen una tendencia a reaccionar exageradamente a las noticias tanto optimistas como pesimistas, tal como algunos psicólogos lo han propuesto.

Hoy continúa la controversia y aparecen argumentos tanto de un lado como del otro y, como era de esperarse, la discusión no se quedó en los círculos académicos. Ha llegado hasta los bancos centrales de la mayoría de los países, cuyos directores se encuentran entre seguidores y detractores de la racionalidad del mercado. Valga decir que más del primer lado que de el segundo pero en permanente discusión a la caza de nuevas evidencias y burbujas sobre el comportamiento macro y microeconómico.

Sobre la nueva ley de manejo de datos personales

Fuente: www.elespectador.com
Fuente: www.elespectador.com

Los usuarios de correo electrónico en Colombia han comenzado a recibir una avalancha de solicitud de permiso y manejo de sus datos privados por cientos de empresas, que la mayoría desconocían que tuvieran algún dato suyo, con el fin de dar cumplimiento al decreto 1377 de 2013, con el que se reglamentó parcialmente la Ley 1581 de 2012 sobre manejo de datos personales.

En un artículo de Edwin Bohórquez en el periódico El Espectador, se explica en detalle las implicaciones de este decreto que dice que “no se podrán utilizar medios engañosos o fraudulentos para recolectar y realizar tratamiento de datos personales”. Es por ello que la mayoría de empresas han corrido a enviar correos electrónicos informando del uso e implicaciones de la información personal que poseen, casi siempre poca y reducida a información de contacto.

José Alejandro Bermúdez Durana, superintendente delegado de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) para la protección de datos personales, advierte que “únicamente las entidades a las que usted autorizó para que usen sus datos lo pueden hacer. Aquí en Colombia el derecho de la protección de datos personales se rige por dos principios importantes: el de libertad, según el cual todos los tratamientos de información deben estar autorizados por el titular, y el principio de finalidad, que dice que el titular debe saber para qué se recoge su información personal y qué uso se le dará y deja claro que sólo se podrá usar para los fines que él autorice”.

Curso online de Comportamiento Económico por Dan Ariely

Dan Ariely, uno de los más destacados expositores del naciente campo del Comportamiento Económico, ofrece este interesante curso gratuito online para todos aquellos gomosos del tema de la psicología y el consumo, a través de Cursera. En este breve curso el autor plantea algunos de los principios básicos de la mente a la hora de tomar decisiones económicas (Economic Behavior) como la comparación y la economía cognitiva.

El Comportamiento Económico es un reciente campo de estudio que combina la psicología y la economía, y que se abre paso a gran velocidad en el mundo académico y empresarial con casos tan resonados como el del psicólogo Daniel Kanheman quien ganó el premio Nobel de economía con sus postulados sobre maximizadores y satisfactores. A continuación el video intruductorio:

La encuesta para saber cómo nacen los niños

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Por: Carlos Andrés Naranjo-Sierra
Hace mucho tiempo, cuando tenía cerca de 8 años, llegamos a una acalorada discusión mis amigos y yo, sobre cómo nacían los niños. Mi madre nos había explicado a mi hermano y a mi el proceso de la reproducción humana pero al parecer no había sucedido lo mismo con algunos de mis amiguitos. Decidimos entonces hacer una encuesta.

Nos hicimos en una esquina y abordamos al señor que pasaba en la bicicleta, la señora que venía de la tienda y el deportista que hacía ejercicio en el parque. -Señor: ¿Los niños nacen porque los trae la cigüeña o porque los papás tienen relaciones sexuales? La mayoría de los transeúntes nos miraba por un momento y luego con cierto pudor respondían. Resultado: la mayoría certificó que a los niños los traía la cigüeña.

Hacer encuestas es un asunto serio. Es más que formular unas preguntas y pedirle a los clientes que las respondan. Se trata de un tema de psicología en el que se deben cuidar los detalles tanto del diseño, como de la administración y la calificación, si de verdad se quieren obtener datos reales. Cualquier alteración en estos puntos produce un sesgo que distorsiona evidentemente la información.

El diseño de una encuesta implica que se conozca el tema y se formulen las preguntas adecuadas para alcanzar los objetivos. Muchas veces nos encontramos con preguntas que al ser respondidas no aportan nada al interrogante o que generan confusión sobre lo que el cliente realmente quería decir. Pero generalmente donde más se falla es en la administración, ya que quien aplica la encuesta es muchas veces el mismo quien presta el servicio y el cliente lo percibe de inmediato, ofreciendo respuestas complacientes, como nuestros vecinos al responder nuestra encuesta infantil sobre el origen de los niños.

Ya que las encuestas son habitualmente cuantitativas, implican una calificación estadística que permita establecer la fiabilidad del resultado y la correlación entre variables. En caso de ser cualitativa, es mejor contar con profesionales de las ciencias sociales capacitados para interpretar las respuestas y arrojar luces sobre las posibles implicaciones de éstas. Igualmente la formulación de las preguntas debe ser calculada para que las personas no se sientan intimidadas y terminen respondiendo no lo que queremos averiguar sino lo que creen que queremos que respondan o lo que consideran socialmente aceptable.

Por eso es importante también el instrumento de aplicación. Dependiendo de las preguntas la encuesta debe ser o no personal. Pero en definitiva, las encuestas deben ser la suma de conocimientos buscando responder un interrogante práctico, si de verdad se quiere conocer lo que hay en la mente del cliente y tomar decisiones de mercado que tengan una mayor probabilidad de éxito. De lo contrario, en vez de fabricar productos y servicios para las mujeres embarazadas puede terminar haciendo gorros y chalecos para las cigüeñas.

‘Hackean’ la cuenta de la A.P. y el Dow se cae 145 puntos

Esta fue la imagen que publicaron los piratan informáticos.
Los hackers… Con una simple acción afectaron todos los mercados financieros.

Los piratas informáticos se apropiaron de la cuenta de Twitter de la agencia de noticias AP y publicaron un mensaje en el cual aseguraban que había ocurrido una explosión en la Casa Blanca, hiriendo a Barack Obama. El mensaje decía textualmente: “Última hora: dos explosiones en la Casa Blanca y Barack Obama está herido”. La cuenta fue suspendida por Twitter.

De acuerdo a The New York Post, a solo unos minutos del mensaje, Julie Pace, la corresponsal de la A.P. para la Casa Blanca, aseguró cuenta había sido comprometida. Jay Carney, el secretario de prensa para Obama, dijo que el presidente estaba bien.

Las reacción de la bolsa no se hizo esperar. Apenas se publicó el tuit, el Dow Jones se desplomó 145 puntos mientras que el dólar cayó. Hasta la acción de Apple, de la cual hablamos hoy, tuvo una pequeña caída. Esto es una muestra más de la sensibilidad y la agilidad de los mercados financieros. Después de que se desmintió el comunicado, los diferentes instrumentos financieros que se vieron afectados volvieron a la normalidad.

“Los observadores dijeron que el episodio resalta el uso de las redes sociales en los mercados financieros y resalta el peligro de una brecha en seguridad a medida que los corredores de bolsa operan en función de las noticias”, explicó el Wall Street Journal.

El Huffington Post asegura que la cuenta fue vulnerada por el Ejército Electrónico de Siria. La misma organización confirmóel acto en su cuenta de Twitter. Mike Baker, miembro del equipo de A.P., dijo que“el ataque llegó una hora después de que algunos de nosotros recibimos un correo de phising”.

Fuente: Enter.co

A una letra de completar la serie para ganarte el iPod nano

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Sobre consumidores del siglo XXI, ciudadanos del XVIII

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Por: Carlos Andrés Naranjo-Sierra
Basado en el libro de Néstor García Canclini, el texto trata de entender como los cambios en la manera de consumir han alterado las posibilidades y las formas de ser ciudadano hoy. Dice el autor:

«Hombres y mujeres perciben que muchas de las preguntas propias de los ciudadanos -a dónde pertenezco y qué derechos me da, cómo puedo informarme, quién representa mis intereses- se contestan más en el consumo privado de bienes y de los medios masivos que en las reglas abstractas de la democracia o en la participación colectiva de los espacios públicos».

Las ideas de satisfacción también han cambiado, lo que antes se representaba en refranes como «nadie está contento con lo que tiene» ha terminado por perder sentido ya que ya «nadie sabe lo que tiene» debido a que eso que se tiene ha perdido su identidad. Las generaciones han cambiado sus prioridades sobre lo necesario y lo deseable. Ahora las identidades han dejado de construirse alrededor de esencias ahistóricas para construirse alrededor del consumo.

Se suele imaginar el consumo como el lugar de lo suntuario y superfluo y la ciudadanía como una cuestión política como algo profundo en el que la gente vota de acuerdo a sus convicciones y razonamientos. Esta separación persiste incluso en Habermas cuando dice «nuevos dispositivos institucionales adecuados para oponerse a la clientelización del ciudadano». Sin embargo el consumo ha terminado por vincularse con la ciudadanía de un modo más pragmático y accesible que el Estado, y esto no puede ser ignorado.

Al pensar la ciudadanía en conexión con el consumo y como estrategia política, se debe buscar un nuevo marco conceptual en el que puedan considerarse conjuntamente las actividades de consumo cultural y trascender el análisis atomizado que se ha realizado. «En otro tiempo el Estado daba un encuadre (aunque fuera injusto y sesgado) a la variedad de participaciones en la vida pública; actualmente el mercado establece el régimen convergente para esas formas de participación a través del orden del consumo», dice García Canclini.

El autor cita a Beatriz Sarlo para mostrar la magia que ofrece el modelo de los medios masivos con respecto al modelo burocrático del Estado:

«No se puede afirmar que los medios masivos con teléfono abierto, o que reciben a sus receptores en los estudios, sean más eficaces que los organismos públicos, pero fascinan porque escuchan y la gente siente que no hay que atenerse a dilaciones, plazos, procedimientos formales que difieren o trasladan las necesidades… la escena televisiva es rápida y parece transparente, la escena institucional es lenta y sus formas (precisamente las formas que hacen posible la existencia de las instituciones) son complicadas hasta la opacidad que engendra la desesperanza».

El acercamiento de los ciudadanos a los medios masivos y el consumo tiene, entre otros fines, reconocer que lo público pasa por otros escenarios adicionales al ágora y que las sociedades democráticas deben entender que el mercado de opiniones ciudadanas incluye tanta variedad y disonancia como el mercado de ropa o refrescos. Debemos recordar a la luz del texto, que los ciudadanos somos también consumidores, lo que nos permite ver que en la diversidad de los gustos se encuentra una de las bases estéticas que justifican la democracia misma.

Podríamos decir que el momento actual hace que las sociedades se reorganicen para hacernos consumidores del siglo XXI y a la vez regresarnos como ciudadanos al siglo XVIII, ya que compramos en un mundo globalizado pero éste coexiste con la exclusión de varios países con respecto a inmigración, derechos humanos, laborales, salud, educación y vivienda. El proyecto iluminista de generalizar estos derechos para todos se fue al traste al imponerse la concepción neoliberal de que los derechos son desiguales y en consecuencia los objetos de consumo son para muchos a penas un espectáculo.

Finalmente, antes de dar entrada a los siguientes capítulos de su libro, García Castells propone un modelo de análisis empírico que permite distinguir cuatro círculos socioculturales en los que la transnacionalización e integraciones regionales operan de modos diferentes y en los cuales el Estado va disminuyendo sus políticas culturales a medida que se transita del primero al último. Esto son: El histórico territorial que se manifiesta en los saberes, hábitos y creencias en relación a un territorio. El de la cultura de élites constituido por la producción simbólica escrita y visual como la literatura y las artes plásticas y al que se accede por medio de un mayor nivel educativo. El de la comunicación masiva dedicado al entretenimiento como el cine y la televisión. Y el de los sistemas de información y comunicación destinado a quienes toman decisiones e interactúan a través de satélites, celulares y computadoras.

Al analizar el papel de la cultura en estos círculos, conviene saber que si la tendencia se consolida hacia una unilateralidad de las políticas culturales a través de una creciente «americanización», se deberá también al predominio del espectáculo sobre la reflexión y la narración, la fascinación por un presente sin memoria y la reducción de las diferencias entre pueblos a una multiculturalidad estandarizada. Por lo tanto, evaluar las implicaciones entre consumo y ciudadanía no son nada despreciables y en la medida en que se reconozcan se podrán también plantear escenarios alternos para un desarrollo más equitativo y democrático.

¿Qué esconde Juana detrás de su ruana?


Por: Carlos Andrés Naranjo-Sierra
Un par de penosas divas hacen un espectáculo tragicómico a la entrada de La Ruana de Juana para atraer incautos como nosotros. Ya una vez adentro las cosas son a otro precio. Después de cobrar el cover, te informan que hay un consumo mínimo por persona* y como si eso no fuera todo, al final de la noche sabremos que no nos darán factura por nada del mundo.

El mesero se dedica a preguntar por más trago mientras baila el «perreo» con cualquiera de las mujeres solas que van al famoso bar-discoteca de la zona rosa en Medellín. Al final de la noche nos dice que valor es tanto y le pedimos que nos traiga la cuenta, nos dice que no es posible antes de pagar, que debemos pagar para que nos traiga la cuenta. Insistimos y nos trae una precuenta, nos sin antes hacernos cara de chichipatos.

En la precuenta aparecen tres gaseosas que nadie sabe quién se tomo, Luis -el «perreador»- nos dice que sólo pueden ser nuestras pues las chicas con las que él bailaba no tomaron gaseosas. Nos mandan otro amigo a cobrar pues tienen afán. Ya las luces están encendidas, no hay música y la gente va de salida. Le pagamos y nos dice que ya nos trae la factura y la devuelta. Pasan 20 minutos y el bar está casi vacío. Nada de la factura y la devuelta.

Voy y le pregunto que pasa y me dice que se demora todavía ¿Pero cómo si ya van a cerrar la discoteca y han pasado 20 minutos? esperamos 10 minutos más, media hora en total, y nadie nos trae ni la devuelta ni la factura. Supongo que saben que son pocos los que quieren terminar una noche de fiesta y celebración con una pelea. Tienen razón. Nos vamos.

*En Colombia es ilegal acctualmente cobrar cover y luego pedir consumo mínimo.

Versión animada de La honesta verdad sobre la deshonestidad


Dan Ariely, el reconocido autor sobre temas de Comportamiento Económico, nos comparte la versión animada de su último libro La honesta verdad sobre la deshonestidad. Dice al respecto: «Estoy emocionado de compartir la versión RSA Animate de mi último libro. Me encanta este enfoque de la investigación en primer lugar porque me encantan las metáforas visuales que el artista utiliza para demostrar las ideas (sobre todo la mezcla de Sherlock Holmes como el Hombre Racional, y los cuentos de hadas como lo contrario). Muchos de ellos son simplemente geniales. En segundo lugar, ¿quién no prefiere ver una versión animada de una persona (en este caso, yo) en lugar de la mera explicación?»

Fuente: DanAriely.com